Un blog para gente de oídos inquietos y cierta peligrosa inclinación a la melomanía.

lunes, 14 de abril de 2008

Aerosmith - "Rocks" (1976)

¿Qué se podría esperar de un disco titulado “Rocks”? En los tiempos que corren, muy probablemente, nada más que un buen gancho comercial que al final se termina diluyendo en ese cándido concepto que se repite una y otra vez entre consumidores descontentos: publicidad engañosa.
Al contrario, en los setenta, y más específicamente en 1976, ese título significó una sola cosa: canciones magistrales forjadas con el más auténtico cuño rockero.
Con un sonido ya definido en su anterior álbum, “Toys in the attic”, los bostonianos de Aerosmith doblaron la apuesta con un trabajo que para muchos –entre los que me incluyo- los hizo tocar la perfección.
La fórmula, en el papel, se escribe simple: riffs crudos y sabrosos sobre un colchón de bajo y batería capaz de amortiguar los saltos más osados y los chillidos a ratos histéricos de Steven Tyler. En la letra chica, sin embargo, habría que apuntar inspiración, talento y locura, todo brotando en un periodo en el que su popularidad en alza los tenía embarcados en giras interminables y nadando en dólares, drogas y mujeres, ingredientes que a cualquiera podrían haberle hecho perder la cabeza. Y, claro, grabar una porquería de disco.
Pero basta apretar play para darse cuenta de que las cosas en verdad funcionaron.
“Back in the saddle” –una de las 500 mejores canciones de rock según la revista Rolling Stone- da la partida con unos acordes enigmáticos, cuyo dilema no tarda en ser roto por la estridencia del clásico grito tayleriano “ I’m baaaaaack / I’m back in the saddle again…”
Lo que viene después es rock and roll al 100%, con un ritmo pegadizo, melodías sencillas pero efectivas y estiradas de cuerdas al por mayor.
Luego de esa bofetada, “Last child” repite la fórmula de la partida falsa con unos melancólicos arpegios de guitarra que anuncian una balada. Pero un pase cromático hace despertar a toda la banda, que comienza a moverse alrededor de un simple riff funky nacido de los dedos del segundo guitarrista, Brad Whitford. Las vocales de Tyler se acomodan en forma perfecta al fabuloso cuadro rítmico empujado por la banda, a tiempo lento pero rebosado de picardía funky.
En la tercera canción del disco, “Rats in the cellar”, las guitarras golpean desde el principio y no paran de escupir la dureza de un heavy metal embrionario, aderezado con unas letras rabiosas. Sin duda una de las composiciones más veloces y energéticas de Aerosmith, que en ningún minuto pierde, eso sí, su sabor rockanrollero. No está de más la armónica de Tyler que se entromete en el duelo de cuerdas entre Perry y Whitford y que también brilla a partir de los 2.30, minuto en que el tema da un giro instrumental más propio de una performance en vivo.
Los riffs de clase siguen con “Combination”, en donde la voz de Tyler pasa a segundo plano, relegada por Joe Perry, que desgrana unas memorables líneas vocales de aire stoniano. En 2.40 la canción se transforma en un juego instrumental que, al igual que en el track anterior, domina hasta el final del corte.
“Sick as a dog”, el quinto tema de “Rocks”, expone en sus repetitivas estrofas una fórmula pop que resulta 100% efectiva, con melodías pegadizas paridas por el trémolo endiablado de la garganta de Tyler y un riff que ni tocado mil veces aburriría. En lo personal, una de mis favoritas del álbum, especialmente en ese pasaje de 2.55, en donde el riff muestra al desnudo toda su magia. Punto aparte merece Joey Kramer, quien a mi juicio alcanza aquí una de sus cimas más altas.
El toque oscuro dentro del disco lo pone “Nobody’s fault”, otro golpe cercano al metal que ha sido versionado por L.A. Guns y también por Testament. Con deliciosos toques de wah wah, la canción se mueve en un patrón rítmico que recuerda bastante a Led Zeppelin y debe así gran parte de su fuerza al trabajo de la base armada por Hamilton y Kramer. El resto lo entregan las guitarras, con riffs donde asoman cromatismos y solos particularmente agresivos. Otra joya.
El track 7, “Get the lead out”, trae de vuelta el ambiente festivo gracias a otro riff empapado de funky que pone a toda la banda a sacudirse. Al igual que en otros temas, el cantar rimado de Tyler parece salido directamente del Bronx y a ratos su voz parece realmente desgarrarse.
Los cromatismos siguen con la introducción de “Lick and a promise”, octavo corte del disco, que en sus apenas tres minutos explota la simpleza de un hard rock directo y melódico que tocaría su techo en los ‘80.
Como paradoja, “Rocks” cierra con una balada: “Home tonight”. Breve y simple, no se aleja del canon de las composiciones de Steven Tyler al piano. Este medio tiempo alcanza su máxima intensidad gracias a la voz de Tyler y al inspirado solo de Perry.
Sin duda, un gran álbum de clásicos con lo mejor del rock de mediados de los 70, que incluso hizo que Slash, por escucharlo, terminara ignorando a una chica que había perseguido durante meses.


PD: Esta reseña fue reproducida sin citar la fuente en http://www.taringa.net/posts/musica/1316916/Aerosmith---Rocks-(analisis-y-descarga).html


PARA ESCUCHAR:

http://www.youtube.com/watch?v=lrapQktHNC4&feature=related (Sick as a dog, de verdad un temazo poco recordado. Grandes melodías)

http://www.youtube.com/watch?v=RDzg8NA1s6I&feature=related (Rats in the cellar, pura energía rockera)

http://www.youtube.com/watch?v=U7ykEyZyiVk&feature=related (Nobody's fault o Aerosmith poniendo los dos pies en lo oscuro, en el heavy metal)

http://www.youtube.com/watch?v=PgHoUiFCawM&feature=related (Back in the saddle, "I'm baaaack", de eso no queda duda)


http://www.youtube.com/watch?v=y3GG0uOX2Os&feature=related (Get the lead out, pura fiesta)

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola!! impresionantes sus reseñas!!!

Lo invito a pasarse por nuestro blog:La Guitarra en La Ventanalo agrego como amigo, saludos!!