Un blog para gente de oídos inquietos y cierta peligrosa inclinación a la melomanía.

lunes, 11 de febrero de 2008

Diamond Head - Lightning to the nations (1981)


Tal vez no suene a disco “definitivo”, como podrían serlo, por ejemplo, el “Heaven and hell” de Black Sabbath, o el “British steel” de Judas Priest -ambos editados el mismo año (1981).
Sin embargo, “Lightning to the nations”, de Diamond Head, no deja de ser una buena colección de clásicos con riffs y rítmicas que combinados con otras influencias serían el cimiento para la revolución trashera que iniciaría Metallica y otras bandas de la Bay Area californiana.
Se trata del primer disco de esta banda perteneciente a la llamada New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM), que ya venía haciendo ruido desde 1976, pero que recién cinco años más tarde logró sacar a la calle su primer LP.
Siendo precisos, al igual que la cuarta producción de Led Zeppelin o el llamado “Black Album” de Metallica, el debut de Diamond Head no tuvo título y fue conocido como “White Album”.
Lo de “Lightning to the nations” le vino por la canción que abre el disco, un clásico basado en un riff lento de introducción, que se repite en las estrofas. En una progresión bien pensada, el tema comienza a caminar y finalmente corre, con un nuevo riff que es marca registrada de Brian Tatler y sobre el cual las octavas saltarinas del bajo impregnan un sonido setentero, al que contribuye también la voz limpia de Sean Harris.
El riff galopante que quiebra las estrofas es otro segmento destacable de este tema, muy bien elegido para la apertura.
El track siguiente, “The Prince”, es simplemente un puñetazo. Un riff duro, que en esa época también pudo haber tocado Iron Maiden, matizado con teclados, irrumpe bruscamente y es acompañado por un solo endemoniado –saldando así la deuda solista que quedó pendiente en la primera canción.
Un inteligente quiebre pone en escena el riff principal, de raíz pentatónica, sobre el cual nuevamente el bajo refuerza el aire rockero de la década pasada. Mención aparte se merecen las melodías vocales, que aquí alcanzan uno de sus puntos más altos.
De los tres minutos en adelante hay 30 segundos de notable juego instrumental. De ahí al final, unas frases de guitarra muy recordables –y copiables ¿o no, The Offsprings?-, aunque con un solo mediocre.
En definitiva, otro clásico, que con justa razón fue versionado por Metallica, al igual que tres temas más de esta placa.
“Sucking my love”, tercer corte del disco, repite en general la misma fórmula de los anteriores, con pausas y cambios de riffs y un notable trabajo de terceras en las seis cuerdas. Eso sí, creo que sus más de nueve minutos no se justifican.
Si los anteriores son clásicos, para “Am I Evil?” los adjetivos se quedan cortos. Con una introducción grandilocuente e imposible de no recordar, seguida por un refinado pasaje de legato en las manos de Tatler, esta cuarta canción es el himno de Diamond Head por antonomasia.
El riff principal, el verso “my mother was a witch” y los siempre bien logrados cambios de ritmo, con un inspirado Duncan Scott en las baquetas, completan esta gran canción.
Capítulo aparte ocupan los solos de guitarra, que suenan perfectos.
Otra joya ya tempranamente rescatada por Metallica en su EP "Creeping death", de 1984.
Después de llegar a esta cima no extraña que el álbum caiga un poco con su siguiente track, “Sweet and innocent”, que parte con un riff de esos que hacía Maiden y Judas en sus primeros esfuerzos. Destacable eso sí es el coro y no pierde en gusto el guitarreo de decidido cuño maideniano que suena cerca de los dos minutos del track.
La potencia vuelve con “It’s electric”, composición que tiene un sonido de guitarra realmente pesado –obviando eso sí la deficiente producción- y que también fue rescatada por Metallica, al igual que la siguiente y última, “Helpless”.
De extensión breve, debe ser una de las canciones más gancheras del álbum. Como detalle, en la parte del solo de guitarra le hace un guiño a “Highway star” de Deep Purple.
El cierre del “Lightning to the nations” trae otra joyita para los amantes del heavy clásico: “Helpless”.
La batería de Scott inicia el tema con una dinámica explosiva que revienta definitivamente con un poderoso riff de aire sabático que, a pesar de lo repetitivo –el bajo continúa tocándolo incluso durante el puente-, nunca llega a aburrir. En las guitarras del coro, en tanto, aparecen nuevamente reminiscencias maidenianas o, al revés, Maiden toma detalles de D.H.
Las líneas vocales otra vez son precisas y cuidadas y la batería se exige al máximo.
El quiebre instrumental que inicia el bajo en 2.30 coloca la marca de fábrica de Diamond Head y da paso a otra sección con un guitarreo setentero que tras un nuevo desarrollo vuelve al riff principal. Pero la cosa no termina ahí –como sí lo hace el cover de Metallica- y la canción muta nuevamente.
Trucos a los que en los 80 muchas bandas metaleras echaron mano, reconociendo implícita o explícitamente –como Metallica y Dave Mustaine- el legado de estos ingleses, en general injustamente olvidados.
Y es que la suerte parece ser que nunca estuvo con ellos, sobre todo considerando la pobre producción de este álbum plagado de clásicos.
Por lo mismo, hay que agradecerle a Metallica el haberlos hecho algo más conocidos a través de los covers.

MÚSICOS

Sean Harris (vocals).
Brian Tatler (guitar, vocals).
Colin Kimberly (bass).
Duncan Scott (drums).

PARA ESCUCHAR:

http://www.youtube.com/watch?v=o7i-46gW9iA (Sweet and Innocent).

http://www.youtube.com/watch?v=I3Q7P8jKKFw (El clasicazo Im I Evil?).

http://www.youtube.com/watch?v=0PAjQexguVo (The Prince).

PARA VER:

http://www.youtube.com/watch?v=6X6QJdE0OEE (Lightning to the nations en vivo).

http://www.youtube.com/watch?v=fdqwR0ISPDE (Helpless en vivo, bien cabeceado).

http://www.youtube.com/watch?v=mbgv587ooNM (I'm I Evil? en vivo).